Fernández: "Trabajamos en equipo" El entrenador de la Novena contó cómo afrontaron el campeonato con la división y la metodología que utilizan para llevar adelante el trabajo con los jóvenes futbolistas.

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Por: Rubén Sagarzazu


La Novena División es un mundo dentro del fútbol de Divisiones Inferiores. El jugador deja Infantiles y empieza a jugar con más exigencias. Cambia la forma de entrenarse, incorpora los primeros conceptos tácticos, debe mejorar la capacidad técnica y aprender a interpretar el juego.

Comienza a tener preponderancia el cuidado personal: la alimentación, el descanso, la cuestión mental, la importancia del estudio para formarse como persona.

Todas estas cosas inciden directamente en la formación como jugador. Pablo Fernández, director técnico de la categoría, explicó cómo es este mundo. Y en el arranque se refirió al excelente arranque que tiene su división en el torneo de la AFA. "Hemos tenido un gran comienzo en el campeonato. Con la Novena siempre hay que ser cautos porque al ser el primer año de fútbol juvenil, esa adaptación a lo que es competir en torneos de la AFA cuesta y más a equipos como el nuestro, que prioriza jugar bien y no el físico. Particularmente, con esta categoría 2008 ha sido todo lo contrario. Perdimos en la primera y ganamos varios partidos seguidos. Lo importante es en la forma en que lo hacemos: jugando bien, un fútbol ofensivo y siendo protagonistas siempre. El fútbol que distingue a River.

Les ganaron a equipos de mucha importancia.
A San Lorenzo, Vélez y el Superclásico ante Boca. Y en los últimos dos partidos convertimos diez goles: cinco a Platense y cinco a Newell’s. Es lo que trabajamos en la pretemporada con el resto del cuerpo técnico, Cristian Viola y Ernesto Oriolo. Tuvimos permanentes reuniones para ver a qué queríamos jugar y cómo lo íbamos a llevar adelante. Con el fixture en la mano, planificar cómo llevar adelante esa pretemporada para encarar el principio de la competencia. Acá lo más importante es que trabajamos en equipo. La verdad es que estamos muy contentos, porque nos encontramos con una categoría muy competitiva y que juega de la forma que nosotros queremos.

¿Cómo es la categoría?
Tenemos una gran competencia sana interna y de calidad en la mayoría de los puestos. Esto hace que los chicos puedan ir mejorando y elevando su nivel, lo que cumple nuestro objetivo: mejorarlos, entrenarlos por igual y darles las mismas oportunidades de éxito. Nos encontramos con un muy buen plantel, naturalmente es difícil hacer una evaluación a los 13 o 14 años, porque hay chicos a los que les falta madurar físicamente y a nivel de entendimiento del juego. Estamos muy ilusionados y creemos que hay chicos muy importantes a futuro para el Club, con proyección de Primera División. Con cautela, porque tienen que seguir aprendiendo y mejorando

¿Qué cambios hay con respecto al fútbol infantil?
Los chicos ya empiezan a desarrollar el ritmo de juego que es más intenso y es momento de empezar a entender el juego, saber trabajar en equipo, seguir mejorando la parte técnica y también incorporar los primeros conceptos tácticos. Se empiezan a ver detalles como la presión, salir jugando desde el fondo. Y para eso los chicos tienen que ser receptivos para ir aprendiendo.

¿Cómo es desde lo humano y personal?
Arranca justamente con el nombre que tiene el área: fútbol formativo. Marca un poco la visión que nosotros tenemos, que es la de formar un jugador 360 grados. Necesitamos formarlos como personas de bien y por eso se hace un trabajo interdisciplinario muy fuerte, donde tenemos el apoyo del área de psicología, los educadores que están en Casa River, el Departamento Médico y todas las herramientas que tienen los chicos a su disposición.

¿En cuanto a la idea de juego?
Estamos en un Club donde las ideas están muy claras y eso está presente en la forma de juego que nosotros tenemos para la Novena. Ser ofensivos, tratar de jugar bien al fútbol, ser intensos los 90 minutos y salir a ganar en cualquier cancha. Después hay un modelo que tiene que ver con nuestra visión en función a las características de los jugadores que tenemos y a partir de una metodología de trabajo. Seleccionamos todos los contenidos de ese modelo de juego que queremos para el equipo. Todo lo hacemos en función de lo que necesita el equipo o algún jugador en particular.

¿Por qué hacen tanto hincapié en la comprensión del juego?
Nosotros queremos que en Novena empiecen a entender los aspectos generales del juego: aprovechar los espacios, de dónde desmarcarse, de que ayudar a veces es alejarse, entender que no hay que distraerse con la pelota y saber cuándo tocar o trasladarla. Y nuestro mayor desafío es hacer que realicen todo esto sin perder la impronta que tienen.

Y más en un jugador de River.
La idea es hacer un mix entre lo que ellos traen y poder adaptarlo a un fútbol moderno, que puedan equivocarse para seguir aprendiendo. Y darles soluciones a los problemas que presenta el fútbol. Siempre los apoyamos en todo momento, cuando los errores son de ejecución tanto en un entrenamiento o como en un partido. Le damos mucho valor a la toma de decisión correcta. Si la intención está bien en función de lo que nosotros buscamos para el equipo, lo valoramos mucho. La ejecución no es lo mismo que la decisión. Empezamos a ver cómo los jugadores inteligentes se comportan con eso.

Dentro de la formación como persona le dan una importancia vital a la educación.
La educación y la escolaridad son fundamentales. Es prioridad formar personas antes que jugadores de fútbol. En el tema de la escolaridad se va a hacer un trabajo minucioso, tanto con los chicos de Casa River como con el resto del plantel en cuanto a las notas del colegio. Estamos trabajando mancomunadamente con la Selección Argentina, ya que en las categorías juveniles están encima de la escolaridad.

¿Esto tiene sus beneficios?
Uno que es directo para el juego: un jugador que se prepara y tiene que entender consignas, después se le facilita en la tarea de entrenamientos, para dar entrevistas y en el manejo de las redes sociales, que es parte de la vida cotidiana de los chicos. Y el más importante, que es formar personas. Creemos en River que hay que formar un individuo, no sólo para ser un jugador de fútbol, sino darle esta herramienta de seguir creciendo como ser humano y acompañarlo durante ese proceso escolar. Es fundamental. El día de mañana, ante el cambio de idea de no querer ser jugador de fútbol o porque pueden existir lesiones o no llega a ser profesional, quedan chicos preparados con sentido de pertenencia, con el respeto y los valores que transmite el deporte en conjunto.

¿Qué más abarca para tener un jugador 360 grados?
Son todas las cuestiones que están al lado de los jugadores juveniles. El entrenamiento invisible, la importancia del descanso, la nutrición. Y todo el tiempo hay acciones que nutren al futbolista. Los chicos de Casa River trabajan con la Fundación del club en estas cuestiones. Es un trabajo que se hace con todas las áreas del futbol juvenil. Esto es un deporte con chicos y seres humanos y la prioridad es formarlos de esa manera.