“Fuimos campeones porque respetamos siempre el estilo de River” La alegría de Gabriel Perrone, el DT de la Cuarta División que le ganó la final del torneo a Boca.

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Por: Rubén Sagarzazu


Es el técnico de la Cuarta División, que el sábado pasado le ganó la final nada menos que su tradicional rival. Sí, a Boca Juniors, y no es un dato menor: siempre ganarle al eterno rival significa un hecho importante y relevante. 

Los jugadores todavía no caen ni saben describir por completo lo que consiguieron. Sí lo destacan como lo más importante en su corta carrera futbolística.

Para Gabriel Perrone, entrenador del equipo campeón, la adrenalina y la procesión le van por dentro. Primero, porque fue jugador del club, hizo todas las inferiores y sabe lo que significa jugar un Superclásico a esa edad. Segundo, porque debutó en Primera y entiende que un triunfo de esta dimensión es un envión anímico significativo para los jugadores que están a un paso de poder pegar el salto grande. Y por último, porque ser el conductor de un equipo que le gana una final a Boca, jugando y respetando el estilo de River, le genera una felicidad enorme por más que ya tenga una larga trayectoria en el fútbol.

Y esa procesión interna la exterioriza de manera mesurada: “Son sensaciones muy lindas al haber ganado un campeonato. Y más ganárselo a Boca, con todo lo que viene generándose últimamente. Pero más contento estoy por los chicos, que pudieron obtener este logro que jamás olvidarán. Yo estoy muy satisfecho porque me formé acá como jugador, debuté en la Primera y a esta altura estoy como técnico en el club que quiero. Y sobre todo puedo aportar un poco para que los chicos de inferiores puedan llegar a Primera División”.

¿Cómo fue el camino para este logro?
Fueron seis meses en los que hubo que adaptarse a distintas circunstancias. Los chicos van a Reserva, suben y bajan. Y eso genera en ellos un movimiento, hay que estarles mucho tiempo encima. Hablarles mucho, porque a veces no están contentos con estos cambios constantes. Pudimos armar un grupo lindo, con ellos, los profesores, los psicólogos y todo el cuerpo técnico. Por eso digo que este triunfo es de todos y todos estamos en la misma línea. Los jugadores están en momentos decisivos para sus carreras y todas las cuartas divisiones presentan equipos difíciles. Y ser campeones dentro de todo ese contexto y en una final contra Boca lo potencia mucho más.

¿Cuál fue tu sensación?
Hacía cinco o seis partidos que sabíamos que la chance de jugar con Boca podía darse. Ellos ganaron su zona y nosotros la nuestra peleando hasta el final con Vélez. Se dio y la semana previa la vivimos con mucha ansiedad. Los jugadores y nosotros también, aunque tengamos mucha experiencia y tengamos bien claro que lo más importante es lo formativo. Era una final con Boca y eso, obviamente, siempre tiene un costado emocional que hay que manejar.

¿Y cómo viviste el partido, que tuvo de todo?
Tratamos de mantener la calma y confiamos en lo que nosotros tenemos. Sabíamos que si podíamos manejar la pelota y encontrar los espacios, el partido podíamos controlarlo. Boca vino con la sangre en el ojo porque el último partido se lo habíamos ganado 4-1, entonces los dos íbamos a estar preocupados. Fuimos dos veces en desventaja y logramos empatarlo. Ellos hicieron los goles en jugadas donde cometimos algunos errores, sabíamos que iban a buscar eso. Pero nosotros lo dominamos jugando y creo que merecimos ganarlo en los 90 minutos. Fuimos más que Boca.

Los chicos siguen diciendo que todavía no se dan cuenta de lo que lograron…
En un fútbol tan exitista como el nuestro trato de no contagiar eso. Los chicos le ganaron una final a Boca y de eso no van a olvidarse. Pero lo lindo fue que hubo una competencia sana. Me puse muy feliz por el comportamiento y el equilibrio de ellos para festejar y porque terminó el partido y fue una fiesta, hasta compartieron el tercer tiempo con los chicos de Boca: no hubo discusiones ni peleas, sí un respeto mutuo. Los de Boca con caras largas por haber perdido, los de River alegres por el campeonato logrado. Todo quedó ahí, en un partido de fútbol. Vi a chicos de River que ya jugaron en la Primera llorar como nenes, eso demuestra la presión que había, pero todo se convirtió en alegría y nada fue llevado a los extremos.

¿Y en el momento de los penales qué pensaste?
Pensé en el arquero que tenemos. Petroli para mí es un arquero extraordinario. Sabía que en los penales iba a responder y así fue. Atajó tres y pudimos ganar el título.

¿Puede ser que lo que viene sucediendo en los superclásicos en estos últimos tiempos contagie a favor de River?
Un River - Boca siempre es un partido especial, en Cuarta o en cualquier división. Después de la final de la Copa Libertadores en Madrid se genera algo especial. Y este partido también, uno notaba la expectativa que había en todos lados y quedó reflejado en el momento en el que parecía que Boca lo había ganado en los penales, por la forma en que festejaron. Eso demuestra que todo está potenciado por lo que viene pasando últimamente. Por suerte terminamos ganando nosotros.

Para los chicos es un envión anímico tremendo…
Esto es un plus que ellos van a tener. Ya tienen una final jugada y ganada contra Boca. Es una riquísima experiencia que tienen en su período formativo. No cualquiera la tiene, encima con alargue y penales. Les va a servir para el desafío que tienen de querer llegar a Primera.

¿Por qué fueron campeones?
Porque respetamos siempre el estilo de River. De querer jugar bien, proponer y atacar en todos los partidos. Por las ganas de ganar y hacer siempre las cosas bien y de armar un grupo que siempre estuvo unido y tuvo claro lo que quería. Con Hernán Díaz, el Luigi Villalba y todos los integrantes del cuerpo técnico pudimos ordenar todo lo que se fue presentando. Lo mejor para mí es que muchos chicos estén consolidados en Reserva y otros se hayan incorporado por el título que obtuvimos.